En mi mundo yo hablo con la tierra, ella es mi madre.
Observo el cielo, es mi padre.
Hablo con los animales mis hermanos,
las estrellas mis confidentes...sólo escuchan.
Veo un amanecer y cerros donde no los hay,
no existen calles sólo arroyos
y un verde césped donde plazas y bancos solían estar.
Extraño aquel árbol solitario
en lo alto de aquel cerro,
extraño aquel río en donde mi mente tocaba
la guitarra hasta entrar la noche.
Extraño aquel paraíso en donde mi alma se encontró
extraño ese mundo, mi mundo.
El universo y yo somos uno,
no pensamos igual, pero sentimos lo mismo;
dolor, angustia, alegría, felicidad, odio...amor.
Un nuevo atardecer observo através de las ventanas
mientras en mi cabeza suena una tonada,
la tarareo...ahora compongo
le escribo a la naturaleza un agradecimiento
unas palabras, un sentir
me describo para que conozca lo que ya intuia.
Vuelve mi escencia a la verdadera realidad
los árboles, las montañas, la nieve, mis versos
ahora son más únicos, es un sentir diferente,
un diferente amor y una diferente verdad.
Quisiera que mis ojos y los del mundo fueran uno,
para compartir este pedazo de felicidad
que admiro para detener el tiempo con una
vista de fantasía, para que vean una realidad
absolutamente única. Para que vean la esperanza
a través de mi, para que sepan lo que día a día
adornamos con una belleza artificial.
Admiro y luego existo, ahora mi madre me muestra
un nuevo atardecery detrás de él un cielo obscuro
en verdad bello, lleno de luces, lleno de vida, lleno de movimiento
y veo mi rumbo trazarse en él, extendiéndose
hacia un horizonte infinito a los ojos humanos.
Observo, mi imaginación vuela, cierro los ojos
y ya no estoy en ese mundo,
me pierdo en la fantasía,
un mar estrellado yace bajo mis pies, un mundo virgen
inalterado por la brutalidad humana,
quisiera morir para vivir eternamente en esta realidad,
despierto y estoy en el mismo lugar,
la belleza y lo infinito le pertenecen
a aquellos que miran con los ojos de Dios,
con una mirada inmortal, con una mirada ajena
a la realidad, con una mirada sin pensamiento.
Asi es éste mundo...mi mundo.
Observo el cielo, es mi padre.
Hablo con los animales mis hermanos,
las estrellas mis confidentes...sólo escuchan.
Veo un amanecer y cerros donde no los hay,
no existen calles sólo arroyos
y un verde césped donde plazas y bancos solían estar.
Extraño aquel árbol solitario
en lo alto de aquel cerro,
extraño aquel río en donde mi mente tocaba
la guitarra hasta entrar la noche.
Extraño aquel paraíso en donde mi alma se encontró
extraño ese mundo, mi mundo.
El universo y yo somos uno,
no pensamos igual, pero sentimos lo mismo;
dolor, angustia, alegría, felicidad, odio...amor.
Un nuevo atardecer observo através de las ventanas
mientras en mi cabeza suena una tonada,
la tarareo...ahora compongo
le escribo a la naturaleza un agradecimiento
unas palabras, un sentir
me describo para que conozca lo que ya intuia.
Vuelve mi escencia a la verdadera realidad
los árboles, las montañas, la nieve, mis versos
ahora son más únicos, es un sentir diferente,
un diferente amor y una diferente verdad.
Quisiera que mis ojos y los del mundo fueran uno,
para compartir este pedazo de felicidad
que admiro para detener el tiempo con una
vista de fantasía, para que vean una realidad
absolutamente única. Para que vean la esperanza
a través de mi, para que sepan lo que día a día
adornamos con una belleza artificial.
Admiro y luego existo, ahora mi madre me muestra
un nuevo atardecery detrás de él un cielo obscuro
en verdad bello, lleno de luces, lleno de vida, lleno de movimiento
y veo mi rumbo trazarse en él, extendiéndose
hacia un horizonte infinito a los ojos humanos.
Observo, mi imaginación vuela, cierro los ojos
y ya no estoy en ese mundo,
me pierdo en la fantasía,
un mar estrellado yace bajo mis pies, un mundo virgen
inalterado por la brutalidad humana,
quisiera morir para vivir eternamente en esta realidad,
despierto y estoy en el mismo lugar,
la belleza y lo infinito le pertenecen
a aquellos que miran con los ojos de Dios,
con una mirada inmortal, con una mirada ajena
a la realidad, con una mirada sin pensamiento.
Asi es éste mundo...mi mundo.
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